Cortarle el pelo a un gato persa

Tengo un gato persa desde hace dos años y voy a compartir con los lectores de migatoesúnico la experiencia en relación a su corte de pelo.

Para poneros en situación, os contaré que el gato era de un amigo mío, como no podía pasar mucho tiempo con él, me preguntó si quería quedármelo. Yo acepté con gratitud y entusiasmo, pues Pumuko fue el gato que consiguió cambiar mi opinión sobre los felinos, ya que antes no eran de mi agrado. Lo conocí hace ya siete años y me enamoró. Durante todo este tiempo yo era quien lo cuidaba cuando mi amigo viajaba. Ahora el gato es mío y me ocupo de él al 100%.

El pelo de Pumuko, como podéis ver en las imágenes, es espectacular, pero también tiende muy fácilmente a formar nudos y rastas. La cantidad de pelo por la casa superó límites insospechados y decidí tomar medidas. Tengo que decir que hace un año cometimos el error de llevarlo a una peluquería para raparle sin sedarlo, algo muy peligroso para esta raza. El gato se puso muy nervioso, mordió a la peluquera y ésta me llamó con las manos sangrando para decirme que lo recogiera, que lo mejor sería llevarlo a un veterinario y sedarlo previamente. Cuando lo fui a buscar el gato no quería saber nada de mi, temblaba y sudaba y me bufaba como a un desconocido. Me costó mucho meterle en el transportín para traerlo a casa. Después de la mala experiencia, esperamos un tiempo hasta que decidimos llevarlo a una clínica veterinaria con servicio de peluquería, concretamente a la clínica veterinaria Diagonal de Barcelona www.clinicaveterinariadiagonal.com .

Allí, un veterinario sedó al gato antes de cortarle el pelo, para evitar que se pusiera nervioso y facilitar así el trabajo del peluquero. Lo dejé a las 11h de la mañana y lo fui a buscar cerca de las 14h, al llegar a casa Pumuko todavía presentaba síntomas de estar sedado, andaba con dificultad y tenía los ojos medio cerrados, como podréis apreciar en las fotografías. No se movía de delante de su plato de comida, pues para sedarlo, el gato necesita estar en ayunas y no había cenado ni desayunado. Al cabo de unas horas se le pasó el efecto de la anestesia y el gato recuperó su movilidad de siempre.

A pesar de presentar un aspecto más parecido al de una rata que al de un gato, estoy contenta con el resultado. Necesitaba quitarle todos aquellos nudos, sanearle el pelo para que creciera más fuerte y para que estuviera más fresquito ahora que es verano. El pelo le crece rápido y cada día está más guapo.

 

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  1. aloyeso 28 diciembre, 2015