El estrés en el mundo felino

Si pensabas que por ser animales los gatos se salvaban de sufrir estrés te equivocas. Precisamente los felinos son animales con una gran sensibilidad hacia su entorno y cuidadores, y suelen sufrir en silencio episodios de estrés cuando se producen cambios en sus vidas. En éste artículo te explicamos cómo saber que tu gato está estresado y cómo evitarlo o ayudarle a superarlo.

gato estresado

Los gatos son animales extremadamente sensibles a su entorno. Los cambios de domicilio, llegada de nuevos inquilinos al hogar, los ruidos, viajes o la obesidad les arrastra irremediablemente a episodios estresantes que sueles sumirlos en el caos.

¿Cómo saber si un gato está estresado? Muy sencillo, los síntomas más habituales en gatos que sufren episodios de estrés suelen ser los siguientes:

 Dejan de orinar en su bandeja

Los gatos siempre suelen orinar en su bandeja, sin embargo los gatos estresados comienzan a hacer sus necesidades en rincones de la casa, circunstancia tan anómala que nos da una idea de lo mal que lo están pasando.

Pierden gran cantidad de pelo

Esta circunstancia es peligrosa en sí, ya que si el gato pierde pelo en una cantidad mayor de la habitual al limpiarse puede empezar a generar bolas de pelo más grandes de lo normal.

 Tienen una actitud de agitación excesiva

Enseguida podemos saber si nuestro gato está demasiado despierto, salta, se altera, corre a esconderse y comportamiento de una gran agitación.

Irritabilidad y agresividad

Si un gato se muestra agresivo con personas de la familia con las que siempre ha dido mimoso podemos empezar a pensar que está sufriendo episodios de estrés, y que quizá, incluso pueden estar relacionados con alguna actividad que está realizando ese familiar.

Para poder tratarlo con garantías el dueño tiene que empezar por tratar de averiguar las circunstancias que provocan los episodios de estrés de su gato. Sólo así podremos empezar a ayudar al felino, ya que por mucho que mitiguemos los síntomas, si no eliminamos la fuente de ese estrés, o enseñamos al gato a sociabilizarse con esa circunstancia que le estresa no conseguiremos avances en su tratamiento.

Una vez localizada la circunstancia que le fatigaba y estresaba, podemos realizar ciertas técnicas que le ayudan a relajarse:

– Mantendremos con más esfuerzo la bandeja limpia y en un lugar fresco y tranquilo

– Le cepillaremos con más mimo y trataremos de jugar con el animal al menos una media de 15-30 minutos diarios

Si los episodios de estrés no remitieran también se pueden llevar a cabo tratamientos veterinarios, siempre con la ayuda y supervisión de un profesional, como es la exposición del gato a feromonas felinas, ya sea colocadas en el animal, o colgadas en un ambientador, enchufe o con pulseras.

Si observamos que un felino se muestra estresado e inquieto es muy importante que no dejemos pasar mucho tiempo antes de iniciar nuestras labores para recuperarlo, ya que en ese estado de nervios y malestar el gato puede realizar cualquier comportamiento anómalo, entre ellos escaparse de casa.