Conoce a tu gato por sus movimientos

Ojos, orejas, cola, maullidos, ronroneos… Con todo ese arsenal de elementos de comunicación y un poco de observación, entender cómo es, cómo está o qué le pasa a tu gato es mucho más fácil de lo que crees. Sólo tienes que fijarte un poco más en esos matices que hacen que tu gato se exprese de una manera diferente a otros mamíferos.

Los gatos son animales poco dados a expresarse, ellos no suelen manifestar fuertemente sus emociones, no son tan expresivos como los perros, sin embargo sí cuentan con varios puntos de expresividad altos como pueden ser ojos, orejas, cola, y todo un conjunto de sonidos que hacen usando la garganta.

Empecemos con la larga cola de los gatos. La cola del animal es lo más parecido que los humanos tenemos a la hora de manifestar nuestras emociones con nuestra cara. Si un gato tiene su cola erizada y arqueada, por ejemplo, podemos estar seguros de que está iniciando una posición de ataque. Otra postura común, por ejemplo es la de colocar su cola por debajo do sus patas, en postura de sumisión o de derrota.

Si su cola se eleva pero se mantiene recta, es que al gato alguna cosa le ha llamado la atención. De modo contrario, cuando el gato tiene su cola curvada hacia abajo, suele implicar la relajación total del minino.

Más movimientos de cola interesantes: Si la balancean es signo de cariño, sin embargo si mueven la punta de la cola enérgicamente están enfadados, y si mueven toda la cola de manera enérgica están muy irritados.

Otros elementos que los gatos utilizan para expresarse son sus ojos. Cuando los tienen abiertos como platos suele significar que están contentos, sin embargo si acompañan ese gesto con una apertura de la boca puede significar que van a atacar. Si un gato está con los ojos entrecerrados podemos aventurarnos a decir que está muy a gusto.

Los movimientos de orejas también suponen una libro abierto de emociones expresadas por un gato. Una cosa interesante es que los felinos tienen conectados a las orejas hasta 20 músculos de toda su cabeza, razón por la cual cuentan con una gran variedad de movimientos y las tienen tan flexibles.

Si las orejas están hacia delante es que están relajados, sin embargo si tienen las orejas echadas para abajo suele significar agresividad, y si las tienen plegadas, temor.

Maullidos y ronroneos también nos ayudan a saber el estado de ánimo de nuestro pequeño felino. Al contrario de lo que se piensa, por mucho que un gato ronroneé no es nada malo, al contrario, suele significar que está muy a gusto o que demanda mimos o juegos por parte de su cuidador. El caso de los maullidos es diferente, ya que cuando un gato maúlla casi siempre se debe a una razón que se acerca más al temor o la inquietud, que a emociones positivas.

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