Es más que evidente que los gatos son el éxito de esta década. En youtube acumulan millones de visitas, cada vez que alguien postea una foto de un gato llueven los likes y se dice que tener un gato es terapéutico.
De hecho, hasta se ha comentado que el ronroneo de un gato sana: las cuerdas vocales gatunas vibran con una frecuencia de entre 25-50 hercios, que es justo la que se emplea para acelerar la recuperación de las lesiones óseas. Por eso, se emplea la radiofrecuencia en rehabilitación. Además, ayuda a procesar mejor las emociones, activa el sistema límbico, genera endorfinas y refuerza el sistema inmunológico.
Por todas esas razones el éxito del Cat Film Festival Madrid desde su primera edición en el 2013, ha seguido creciendo. En ese primer año hubo 250 asistentes. A la última edición acudieron 600 personas.
En el festival se sirvió comida vegana con las delicias de Vegasun, hamburguesas de soja y perritos de seitán. Además había tarta y cupcakes veganos a cargo de Los Cupcakes de Virginie, Reposteria Vegana Rin y dos conciertos de lujo: Guacamayo Tropical y Cholofoniks, de ritmos tropicales mezclados con electrónica. También hubo mercadillo gatuno de cosas hechas a mano por voluntarios, camisetas, sudaderas, pendientes, collares, etc.. todo ello con motivos gatunos.
Y es que los gatos, sin lugar a dudas, son los reyes del ciberespacio. De hecho el famosísimo Grumpy Cat (Gato Gruñón), un gato con cara de pocos amigos, ha facturado 100 millones de dólares entre el 2013 y 2014 con merchandising y publicidad.
Por último, comentaremos otra curiosidad sobre el éxito de los gatos en el siglo XXI: la curiosa iniciativa Cats vs Cáncer, una web de vídeos que recauda fondos para la lucha contra el cáncer a través de la publicidad que generan.
